Finalmente fuimos cuatro los ponentes de las jornadas. Aún a pesar de la baja asistencia, entre el público había médicos y especialistas de distintas áreas , y pacientes. Tras las ponencias se realizó una pequeña mesa de debate, para solucionar algunas dudas. Quizá el handicap haya sido que se organizó todo muy rápidamente, ya que cada ponencia tenía también espacio limitado.
Me gustó conocer especialistas de esta zona y gente tan simpática como Silvia. Sin lugar a dudas, seguiremos colaborando. Me tocó la fibra sensible cuando la presidenta contó la experiencia del peregrinaje con su madre enferma. Y sobre todo me la tocó, porque he visto muchos casos así en síndromes o trastornos complejos, en los que la falta de coordinación profesional en un sólo equipo múltiple, constituye un dolor añadido a la afectación de un paciente enfermo: se marea al paciente de un lado a otro ( así es como él lo describe cuando llega a la consulta). Esto no sólo ocurre en la enfermedad oncológica, sino también en el Alzheimer, en el Autismo, en la Hiperactividad, en la Fibromialgia, y hasta en alguna cardiaca. Sabemos que efectivamente un diagnóstico en el que se solapan muchas cosas no es sencillo; pero en modo alguno su complejidad puede justificar el que el paciente no encuentre un equipo de especialistas donde se sienta escuchado y entendido en todas sus facetas.
Efectivamente, si además de ser multidisciplinar la formación que recibimos para trabajar todos juntos en equipos muy profesionales, también hubiera existido desde el inicio la cultura de el » trabajo en equipo» , como sucede en el mundo anglosajón, si siempre el trabajo multidisciplinar hubiera sido la norma en España y no la excepción, muchos de estos dramas personales de familiares y pacientes se habrían evitado, ya que está demostrado que un equipo técnico que funciona bien , un campo bien cubierto por todas las especialidades ( incluso por las ciencias que tienen solo terapias complementarias o seudociencias, habría sido de enorme eficacia a la hora de atajar muchas de las neoplasias que pasaron desapercibidas por el descontrol y la descordinacion de equipos ).
Este es el futuro y hacia ahí vamos, caminamos hacia la multidisciplinariedad y , como dije en mi tesina, la cuestión no es competir entre nosotros, la cuestión no es restar, ni marear a un paciente que ya está desesperado por encontrar una solución, la cuestión es sumar nuestros esfuerzos. Sólo así ganaremos la batalla al cáncer. Y eso es lo que el paciente , en realidad espera de los profesionales que le dan soporte técnico : La Resiliencia, ( es decir la metamorfosis que convierte al paciente en » mariposa», como en la foto última, porque ya ha salido fortalecido y airoso, gracias a su cáncer). No olvidemos nunca la importancia de esta parabra RESILIENCIA , y ojalá que otras jornadas integradoras sean cada vez más proclives a conseguir este objetivo como meta : un paciente resiliente. Y sano trabajo en los equipos bien coordinados con una labor clara de no competitividad entre sus especialidades sino sólo hacia las células tumorales.
Muchas gracias a la asociación Ilion Salud y Clínicas Ilion por invitar a Omega Psicologia a este encuentro. Nos seguiremos encontrando, porque caminamos en la misma dirección de erradicación de todas las manifestaciones de la enfermedad, y hay mucho que trabajar al unísono, entre todos, en esa dirección. Contad con nosotros! Y Felicidades por organizar estas jornadas.