Multitudinaria acogida de las XVIII Jornadas sobre Alzheimer, del Centro de Humanización de la Salud. Omega Psicología acude puntualmente a la cita con el Alzheimer. A la llegada nos sorprendió enormemente la cantidad de público asistente y sobre todo, a la peculiaridad en estas jornadas, de la asistencia de familiares y afectados, ya que el centro abrió al público relacionado con la enfermedad, las puertas de la formación. Quizá, al no ser unas jornadas únicamente para especialistas,
como esperábamos, la envergadura científica de las mismas no fue tan destacada, pero bien es cierto que esta apertura al público no especializado, hizo sumar calidad humana a los actos que se presentaron.
Me resultó entrañable, siempre sorprendente la intervención de José Carlos Bermejo, director del centro. Aunque no compartimos la pasión religiosa, tenemos en común la pasión por la Psicología, y la voluntad de servicio público que con tanta diligencia en atención psicosocial y en humanización de la salud, han puesto en marcha los religiosos Camilos, de los que Bermejo es un referente. Se abrió el acto mediante diversas personalidades y políticos locales y de la Comunidad de Madrid, y de las intervenciones iniciales, quiero destacar la intervención del presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el Dr. José Antonio López Trigo, que realizó una explicación de la enfermedad muy llanamente y de forma muy completa; haciendo «eso» que resulta tan complejo, como es el comunicar y hacer didáctica y pedagógica, la medicina y la formación especializada sobre la enfermedad a la gente profana en dichas materias. Gente que, cuando se trata de familiares, tienen una formación como ninguno de nosotros, en lo que es una Demencia Alzheimer, con la que conviven a diario, y de la que nos enseñan con frecuencia.
Compañeros latinoamericanos, de Brasil, Venezuela, y Paraguay. Familiares de afectados argentinos, portugueses, italianos. Residentes del centro San Camilo, afectados por la enfermedad y sus familiares. Profesionales de otras especialidades como un joven arquitecto venezolano, que me comentaba, en la asistencia común a uno de los talleres, lo que la visión de la Psicología le aporta para crear belleza como un todo holístico en sus construcciones y diseños. Asistentes sociales y estudiantes universitarios, a los que la enfermedad ya les genera inquietud académica, enfermeras del centro y de otros centros, médicos especialistas, y psicólogos de diferentes áreas como el Aprendizaje, la Psicología Educativa, la Psicología Social, la Psicopedagogía, y por ende la Clínica… Todos con un nexo común: el interés en aprender y una motivación compartida para que se puedan mejorar las terapias y técnicas de atención a los afectados, y avanzar en la comprensión del Alzheimer.
Omega Psicología participó en dos talleres. Ambos muy concurridos en público, y guiados por dos compañeras psicólogas del centro Humanizar. En uno de ellos, Yolanda González Pérez, comparó mediante un video, ideado a tal fin, y con la música de Pink Floyd; la enfermedad, con la destrucción espectacular de una lluvia de meteoritos, que arrasa con todo. Y además del impacto visual que recibimos con esta proyección, quedamos impactados también por cómo Yolanda enseño al público asistente el concepto de Resiliencia, que tan comúnmente manejamos los clínicos. En este taller, una de las actividades grupales consistió en debatir en grupo sobre un caso real. El testimonio demoledor de un hombre que hablaba con su mujer encamada ( pero para sí mismo) lo que quisiera decir a su esposa, inmóvil y sin poder hablar durante años…Desde mi perspectiva profesional, no puedo más que felicitar a la colega Yolanda, por darnos a debatir y a reflexionar sobre el crudo relato, tan diligentemente. Pero desde mi perspectiva humana, he de reconocer que me sentí muy emocionada con el testimonio de ese familiar anónimo, pues reflejaba de una manera inequívoca y realista, el drama que supone la aparición de la enfermedad y, con ella el desplazamiento de roles en la familia.
La otra intervención, el taller guiado por la psicóloga y pedagoga Dra. Consuelo Santamaría, nos enseño también un caso real de un niño con discapacidad, debido al Autismo, que mejoraba para guiar a su abuelo con Alzheimer hasta el baño de la casa, explicándole mediante cartas en el suelo, para que no se desorientara. Que duda cabe que la Psicología humana siempre nos ofrece un caso de Resiliencia que nos hace mejores, más fuertes ante la adversidad, y con una capacidad de superación desconocida para el propio resiliente.
Se realizó una mesa de debate y reflexión entre profesionales, con participación de familiares de afectados. Esto siempre sucede en jornadas y congresos, pero lo que yo nunca había visto, y fue una experiencia totalmente diferente a la de otros congresos, fue que el cierre o broche de oro de las jornadas fuera un homenaje a Alzheimer. En él, se tocó el piano, algunas piezas que nos conectan con lo más íntimo de uno mismo, aunque …(como dijo el presentador):-» aunque tengamos un Alzheimer avanzado, sentimos la música». No le faltó razón, y por ello, comparto fotos con todos vosotros, de tan especial y emotivo momento.
En mi nombre, y en el nombre de Omega Psicología, quiero felicitar a los Camilos, y especialmente a Bermejo, por este colofón homenaje, y a los organizadores de las jornadas, debido a que mi perplejidad iba en aumento, contemplando cómo entre todos, profesionales, enfermos en silla de ruedas, familiares, y trabajadores; se componía un enorme corazón » lleno de nombres» , en alusión a la conocida anomia ( síntoma diferencial distintivo de esta cruel y devastadora enfermedad), que agudiza el deterioro cognoscitivo de la esfera intelectual, y de la identidad de un ser humano. Fue una experiencia que nunca olvidaré, enriquecedora sobre todo desde el punto de vista humano, y que me erizó el bello hasta que salimos de la sala para la recogida de los diplomas, previa a un pequeño ágape de despedida en los jardines, cortesía del centro.
Gracias por compartir esta valiosa experiencia, con Omega Psicología, a familiares, enfermos, profesionales, y al centro Humanizar. Nos veremos pronto, por el Alzheimer, y para el Alzheimer. Gracias a todos!