Me estremece también, en ocasiones, cuando llega un paciente mayor , con avanzado deterioro en su mente y en sus recuerdos. Una situación dramática ( sobre todo para el que la sufre aunque no sólo para el que la sufre) , en la que una persona va perdiendo pequeñas facetas cognitivas de su integridad mental que va poco a poco soslayando y acabando lenta y progresivamente unas veces , y de forma más aguda otras, con la integridad de su persona , tal y como el la había conocido y la había construido. El sentimiento de frustración e impotencia por perder lo que el ser humano más valora, su vida mental e intelectual , hace que se generé una cascada de emociones que van desde la pena por la pérdida a la mayor desesperación por su ” dejar de ser” . Una lenta y traumática regresión a la infancia , hasta reducir al máximo exponente la vida autónoma , y la capacidad de decidir sobre las actividades más triviales y cotidianas.
Muchas veces , los profesionales de salud mental diagnosticamos un Síndrome de sobrecarga del cuidador , que consiste básicamente en que el cuidador principal , agotado, deja de atender a su familiar enfermo, aún sabiendo que será un comportamiento negligente y que , puede dejar desasistido al enfermo en momentos además claves para su cuidado. Es muy importante tratar preventivamente al cuidador principal previniendo los factores que detectamos que apuntan a una sobrecarga de cuidados, en la herramienta Zarit de uso hospitalario. Si hacemos esto, dando pequeños respiros y pautas al cuidador , éste mejorará y podrá cuidar mejor a su ser querido con Alzheimer o Demencia. En un caso reciente en nuestro centro, me encuentro que existen muchos factores mezclados en la relación familiar, en quien toma las decisiones cuando el paciente no puede hacerlo y en quien controla el dinero de la casa. Esto no deja de ser un factor de peso considerable , ya que las terapias cuestan un esfuerzo económico a la familia, y al ser el enfermo incapacitado muchas veces para manejo de las cuentas, y ser dependiente al mismo tiempo de la voluntad de la familia, se pueden producir situaciones injustas en las que aunque el paciente necesite una terapia , la familia no quiere dársela, o bien no tiene dinero para hacerlo. Situación que por supuesto radica en la situación del paciente y en el agravamiento de su demencia que suele caer varios puntos en las puntuaciones al uso que usamos para el diagnóstico del estado mental y cognoscitivo.
Tan sólo deseo animar a las familias a que , efectivamente, en demencias no todo está perdido, y que hay muchas terapias que se pueden hacer para el síntoma principal de la demencia que es la pérdida de memoria , seguida del lenguaje, atención, etc …( que formarían la esfera intelectual) y por supuesto que muchas más cosas aún se pueden realizar con la sintomatologia secundaria y comórbida a la demencia como la depresión , los estados de predominio psicótico o delirante y los estados de ansiedad secundaria.
De hecho, mi experiencia tanto en demencias como en depresiones, me dice que con no poca frecuencia se tienden a solapar estas denominaciones en el mismo tipo de demencia , lo que por un lado dificulta el diagnóstico secundario que prevalece entre los demás , pero por otro , facilita el expresar un estado mixto en el ánimo del demente , que es , bajo mi punto de vista , una realidad más palpable y frecuente que las rígidas clasificaciones nosologicas entre límites fronterizos difícilmente discernibles en el diagnóstico diferencial.
Lo que me parece más importante cara al enfermo, es que trabaje, que entrene los ejercicios de las partes dañadas más severamente para que se ralentice de esta forma el avance de la enfermedad…, y además concienciar le de que si afronta los estados deficitarios con tesón, ocupando se en lugar de preocupándose por su desintegridad mental que es imposible de eliminar, ( objetivo desde luego ambicioso , y complejo), logrará sentirse más útil, y su ánimo subirá por la mera demostración desde si mismo y hacia si mismo de que AÚN , le quedan cosas que hacer, y metas cortas, pero muy significativas , por recorrer, pasito a pasito, con un ” petit pass” , si se quiere, lento , pero firme.
Por favor, desde OMEGA PSICOLOGIA rompemos una lanza a favor de las familias valientes que no abandonan a su enfermo de Demencia y pedimos a las familias que tengan dudas de si pagar la atención médica les merece la pena o no ( pues el enfermo lo haría por nosotros y merece sus cuidados ), y pedimos a las instituciones geriátricas del estado español, que pongan más recursos y más medios a favor de estas personas y de sus dependencias. Ese es nuestro deseo para que este 2015 sea de verdad , el año a las ayudas a la dependencia y a los recursos técnicos y humanos que estamos especializados en ellas.